Diciembre de 2015. Ultima fecha del Clausura en Vialidad. Un Nitro descolorido era goleado 6 a 2 por Burgos y quedaba anteúltimo del torneo. Era descenso y un mazazo para el ánimo del equipo. Pero apareció la chance de la Promo. La resolución se alargó todo el verano. Hubo que esperar hasta abril de este año para confirmar que la plaza en la máxima categoría estaba asegurada, sin pasar por la angustia de un partido a todo o nada. ¿Cómo puede ser que ese mismo equipo, condenado y abatido meses atrás, esté ahora festejando ser el mejor entre los mejores? Increíble pero real. Ellos lo hicieron. Allí están, vestidos de azul y rojo, saltando y abrazándose en la fría tarde invernal de Ezeiza.
Los milagros ocurren, pero hay que ayudarlos un poco. Hubo renovación de plantel y cambio de mentalidad. El torneo comenzó con el pie derecho. Hubo buenos triunfos para seguir creyendo. Cuando algunos empates y derrotas nublaron el panorama, llegó ese partido bisagra con Waros en fecha 8. El triunfo de Nitro 2 a 1 terminó por afianzar el espíritu ganador del grupo. De allí en adelante sólo quedaba ganar para aferrarse a ese sueño casi imposible. Y así fue.
Llegó esa última fecha cargada de emociones. Había que ganarle a Boinas y esperar una ayuda del otro lado. El guiño del destino también apareció. Waros le ganó a CAVA. Nitro y Waros debían desempatar para ver quién era el mejor.
La final fue un típico partido de definición, con muchos nervios y poco futbol. El gol muy tempranero cambió los planes. Waros tuvo que salir a buscar, pero nunca lastimó. Nitro se hizo muy fuerte en defensa. Los dos centrales, Alan Vizcarra y Cesar Rodriguez se hicieron gigantes para los intentos rosas. En el medio estuvo una de las figuras de la final: Rodrigo Toloza. El nro 5 y capitán se comió la cancha. Quitando todo lo que le pasó por al lado y haciendo jugar a sus compañeros. Incluso, ya con espacios en el ST, tuvo aire para armar una pared y llegar al arco rival. La gran figura de la tarde fue Federico Lozza, autor de los dos goles de la final. El zurdo combina la dosis exacta de potencia, velocidad y talento. Un fenómeno y, sin dudas, una de la grandes incorporaciones del equipo. Abrió el marcador con un toque sutil ante un mal rechazo defensivo. Con una frialdad digna de crack, tocó la bocha por arriba del arquero que había quedado a mitad de camino. Golazo por la definición. El segundo fue pura potencia y velocidad. Le ganó el duelo a Pablo Dubilet por izquierda y tocó de zurda al segundo palo, enfrentando mano a mano al arquero. Golazo también.
Waros fue un dignísimo subcampeón. El equipo rosa pareció haberlo dejado todo una semana atrás en esa épica victoria frente a CAVA. Llegó relajado a la final y se encontró con el golpe al mentón a los dos minutos, del cual no se pudo recuperar. Nitro quiso más y lo obtuvo. Como el ave fénix, el equipo del oeste renació de la cenizas y se hizo Campeón.
Encuentro