CON EL CORAZON EN LA MANO
La alegría del final no habla de otra cosa que la bronca y las ganas estaban contenidas desde hace tiempo. Newpy merecía tener su título y lo logró. Es imposible no hacer referencia a la final perdida vs Trinidad, unos meses atrás, como también a los muy buenos campeonatos realizados años anteriores. El equipo conducido por Nicolás Olivera ganó por penales (no podía ser de otra manera en este Clausura) su primer campeonato en TDB. Y la pasó muy brava, porque La Campana lo tuvo para el knock out y no lo pudo liquidar. Promediando el segundo tiempo y con el partido 0-1, Newpy se había quedado con uno menos por la expulsión de su número dos, Ariel Heredia. Parecía todo perdido. Había hecho méritos para lograr el empate y también había quedado expuesto al contragolpe de los verdes. El ingreso del Koki Saldico en el ST le puso un poco de orden a su ataque, pero no había lugar para sutilezas. Puso el corazón en la cancha y el destino le guiñó un ojo. Un saque del arquero Walter Sanchez (que luego sería héroe de la final) agarró mal parado al uno rival. Un blooper gracias al mal cálculo del pique y la pelota se coló en el arco de La Campana. El 1 a 1 era lo más justo. Luego los penales pusieron el manto de dramatismo tan característico de este torneo. Walter Sanchez confirmó que era SU jornada, convirtió su penal y tapó otros tres, desatando la locura de sus compañeros. Fue el héroe del sábado. Una jornada que no hizo otra cosa que confirmar que el fútbol, como la vida misma, siempre da revancha.
Encuentro