Campeón Apertura 2012 / Domingos
Un zapatazo marcó la diferencia
Dos equipos duros, macizos, ásperos definían el Apertura Domingos de TDB. La previa en semifinales ya marcaba la tendencia de lo que nos esperaba. Sendos empates les permitieron llegar a la final, sólo gracias a la ventaja deportiva. El partido fue tal cual lo esperábamos. Trabado, nervioso… feo para la vista, desgraciadamente.
Los Bulls de Lugano salieron con más iniciativa. Apoyados en el criterio y la marca en Eduardo Toscano, dieron la sensación óptica de ser más que su rival. Por su parte, los celestes de Devoto mostraron lo de siempre. Mucha voluntad en la marca, pero poco volumen de juego. Marco Fosatti quedó sólo de punta para generar peligro. Muy poco para poder inquietar el arco adversario.
Sólo algo fuera de lo común podía destrabar esta final. La excepción llegó a los 28 del PT, cuando Matías Sanchez agarró un rebote, se llenó el empeine derecho y la clavó desde fuera del área al ángulo rival. Tremendo golazo para definir el pleito. Más allá de esta joya el partido fue un concierto de pelotazos y nervios. Nadie se encargó de poner la pelotita contra el piso.
La arremetida final de Plaza Terán en busca del empate le puso el condimento emocional propio de toda final. Los dirigidos por Christian Vessa se adelantaron y llenaron el área de centros. La única llegada limpia del partido surgió de la zurda de Marco Fosatti, quien con el revés de su pie habilitó la entrada por derecha a Agustín Rivarola. Este definió desviado, demasiado recto y malogró la chance de igualar. Lugano tuvo espacios para la contra, pero no los aprovechó. La ansiedad y los nervios de una final no permitieron que las mentes estén lúcidas para generar algo de futbol.
Sólo ese zapatazo al ángulo selló el destino. Lugano Bulls Campeón. Plaza Terán segundo. Felicitaciones a ambos por el camino recorrido y por la lealtad con la que lucharon
